"El mozárabe" (Jesús Sánchez Adalid )


"Bebe con felicidad lo que te ofrece un hombre noble y lleno de gloria. ¡No se te resista el placer! Te trajo un vino que se vistió la túnica de oro del crepúsculo, con orla de burbujas,en un cáliz en el cual no se escancia sino a varones principales e ilustres. No obró mal al escanciarte por su mano oro fundido en plata sólida. ¡Levántate obsequioso en honor suyo! ¡Bebe por que su recuerdo perdure siempre!..."


Poema del Diwan del príncipe Abu Abd al-Malik Marwan, apodado al-Sarif al-Taliq, o «el Príncipe Amnistiado». Córdoba, año 978.


http://www.youtube.com/watch?v=5-xrDnDdpTo&feature=related


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Y un día se hizo la luz.


¿Es así como sucede?.

De pronto, un dia cualquiera, te encuentras de frente con alguien que has temido ver desde hace mucho. Alguien que te produce sensaciones para las que aún no has creado ninguna carpeta, o a lo sumo, tienes una sin nombre. Ese tipo de persona que no terminas de ver claro, aunque haya dias en los que te martiriza la desconfianza gratuita que le profesas.

Pues ahí está, frente a tí, con una gran sonrisa, que a mi me parece realmente falsa, y un "Qué tal", como salido de un tunel, por lo lejano y hueco que suena.

La conversación, forzada. Las palabras salen a empujones de mi boca, y la fluidez que podría esperarse se ha vuelto un continuo salto de obstáculos .

Siento como que todo lo que me cuenta y me pregunta es un guión que sólo pretende sacar la información necesaria para analizar luego, cuando se quede a solas.

Todo esto parece una paranoia, puede que sea mi paranoia.

En fin, como conclusión, había tanto que decir y no se ha dicho nada. Había poco que aclarar y a mi que ha quedado tan cristalino que duele mirarlo.

Ahora voy tranquila, serena, sin el peso de ese encuentro, sin la necesidad de repetirlo, con la claridad de que no significa para mí tanto como había imaginado.

Mi vida ha dado un giro perfecto, y hoy sé que algunas cosas ya no me afectarán más.


Entre tanto, la primavera se acerca y mi Córdoba Sultana se engalana con sus mejores trajes. Los patios de naranjos destapan sus frascos de perfume para nublar los sentidos al visitante. Olor a vida por doquier.




Besitos.


:)

paseos nocturnos



Hace unos días que saco a mi chica a pasear. Siempre ha sido labor de mi hijo, sólo esporadicamente lo hacía yo, y más por obligación que por devoción.
Desde hace unos dias lo hago por placer. He descubierto que , después de toda una mañana y una tarde sentada delante de los folios, la cabeza necesita un poco de aire y las piernas un rato de camino.
Ella ya sabe la hora de la salida. Llego a casa desde el estudio y la encuentro sentada mirando la puerta, esperando pacientemente. Me sigue hasta el dormitorio, observa cómo me quito las zapatillas y me enfundo las botas. Ese es el principio , ahí empieza a mover el rabo con impaciencia. Se levanta, se gira, salta, me muerde el borde del pantalón, y casi la oigo cantar.
Bajamos la escalera totalmente enredadas, arriesgando ambas nuestra integridad física,. No es capaz ya de controlar la alegría.
Tomo la bolsita y la pongo en mi bolsillo, agarro la correa y la ato a su collar. Esta es la tarea más dificil , es imposible mantenerle la cabeza quieta por más que lo intento. Lograr agarrar el gancho de la correa a la anilla de su collar es poco menos que imposible.
Abro la puerta y sale como alma que lleva el diablo. Tengo que andar lista y agarrarme a la barandilla de la escalera para soportar el primer tirón sin irme rodando tras ella.
Al salir a la calle le doy el testigo. Dejo que ella decida, en cada momento, hacia dónde nos dirigimos, las paradas que hay que realizar y los perros que debemos saludar.
Normalmente vamos por un camino más o menos fijo pero, a veces, me sorprende y llegamos a jardines y calles que hacía mucho no visitaba.
Mientras paseo dejo en casa los problemas. Mi cabeza está en cada rincón, cada farola, la gente que pasa a hurtadillas desde la tienda de ultramarinos a su casa, en la acera de enfrente, porque han salido con la bata de casa y las alpargatas de paño.
Hay personas que pasean también a sus perros a esa hora y otras que lo hacen a solas.
Ha cambiado el tiempo, hace menos frío y el airecillo de las primeras horas de la noche, refresca la cara y rellena los pulmones con más ímpetu.
Aunque soy más del amanecer, estoy aprendiendo a disfrutar de estos momentos en los que la vida parece recogerse en las casas, y las calles se muestran ante mí apacibles, serenas, dispuestas a ser tomadas.
Hay un parque donde la dejo correr. Tiene un banco en un rincón, creo que es el único. Allí me dejo caer y observo el cielo, las estrellas, y la luna cuando ella quiere .

Vayamos a donde vayamos, siempre me devuelve a casa. Hay un momento en el que ya dá por concluido el paseo y me lleva despacio hasta nuestro hogar.

Creo que relevaré a mi hijo de este placer los dias que quiera.




:)

Reconozco que...

..., con todo, he tenido dias mejores.
Cuando anoche me fuí a dormir pensé que un buen sueño reparador haría de hoy un día estupendo, pero nada de nada. Esa sensación de ahogo que me oprime el pecho, ese no poder parar, ir de un lado a otro, todo mezclado con la apatía más absoluta, el continuo esfuerzo por retener la lágrimas en los ojos.
Un puñeta(con perdón), de las más grandes de este mundo.

Salir rapidamente de este estado, esa es mi meta ahora mismo.
Me voy a la calle, a dar un paseo al perro, a respirar hondo y a pensar lo justo o nada.

Besitos.

Gracias por el regalo.

Gracias por el premio.
Con tu permiso, lo ofrezco también a todas las personas que me acompañan y aquellas que me permiten entrar en sus mundos.


Besitos

.)

Bonito bosque...


...para perderse un rato.




(Una frase para pensar :"El dolor es una invitación al cambio", ahí la llevais).

Hay locuras

Hay locuras
para la esperanza
Hay locuras también del dolor
Y hay locuras de allá, donde el cuerdo no alcanza
Locuras de otro color
Hay locuras que son poesía
Hay locuras de un raro lugar
Hay locuras sin nombre, sin fecha, sin cura
Que no vale la pena curar

Hay locuras que son
Como brazos de mar
Te sorprenden, te arrastran, te pierden y ya.
Hay locuras de ley, pero no de buscar...

Hay locuras que son la locura
Personales locuras de dos
Hay locuras que imprimen, dulces quemaduras
Locuras de diosa, y de dios
Hay locuras que hicieron el día
Hay locuras que están por venir
Hay locuras tan vivas tan sanas tan puras
Que una de ellas será mi morir?


http://www.youtube.com/watch?v=VeM8JWyN1VE



;)

Fragmentos de las cartas de Séneca a Lucilio.

Se necesita un alma grande para apreciar las grandes cosas, pues las almas vulgares les atribuyen sus propios yerros.( LXXI)



(Esta lectura me la ha recomendado una persona muy especial y se lo agradezco porque me está gustando mucho)



:)

en dias de sol

Si lo de la reencarnación es cierto, yo fuí mora.
Me atraen de manera sobrenatural los espacios morunos, las costumbres, los olores, el color, los tejidos, todo.
Aprovechando que ayer hizo un día precioso y mi Lorenzo estaba eufórico tras semanas de un interminable gris plomo, el camino se abrió ante mis pies y me llevó en volandas al mirador de San Nicolás.




Mochila, agua y cámara. Paseos sin rumbo buscando el ángulo, la luz, la distancia para conseguir imágenes que disfrutaré en mis dias lejos de aquí.
Capté instantes increibles. Esas callejas empinadas con azulejos adornando el rincón más insospechado. Olor a canela y yerbabuena. Vida detrás de cada puerta.

Plaza larga, plaza de mercado diario. Una mezcla de gentes de todos sitios que dan la riqueza más exuberante a todo ese entorno.
Sentada en un banco al sol me dedico a observar el tránsito de personas y colores .
Gitanas vendiendo verduras , ofreciendo y dibujando frutas en el aire, perfumando con olor a mandarina .
Flores, cientos de flores en tiestos y ramos, colgadas de los balcones. Olor a café recien hecho. Bandejas de cuajada de carnaval con filigranas de canela.
Naranjos rompiendo azahar, anunciando y deseando el calor de la primavera.



Podría ser feliz allí. Siento que lo fuí en algún momento.
Estaría cada día correteando plazas y revolviendo en mi cajón de colores para encontrar el tono perfecto a cada momento de luz y poder plasmarlo en un lienzo.
Mojar las manos y, porqué no , los pies, en cada fuente.
Leer durante horas notando el sol sobre mi piel, dando más vida a mi vida.
Caminar hasta caer rendida . Descansar frente a la Alhambra, oliendo a jazmín y estrellas.