Palabreja interesante.

Muchos de nosotros nos pasamos la vida escuchando a los demás decir que somos "raros".

Años sufriendo en silencio esa especie de hemorroides, cabreándome hacia afuera y padeciendo hacia dentro y preguntándome, ¿por qué soy rara?

Intentando adoptar los comportamientos "normales" para evitar la dichosa etiqueta pero, ¿sabeis qué? que a la mierda todo, soy rara y me encanta, soy difernte y me hace feliz, no me gusta el montón informe, lo diferente es atractivo , interesante, provoca curiosidad, atrae miradas, provocas pasiones (buenas y malas, pero pasiones).

Odio la pasividad de lo monótono, de lo normal de lo politicamente correcto.

Ya no me cabreo cuando me etiquetan, es más, estoy deseando provocar situaciones que lleven a ese punto y me divierten las caras, las catalogaciones de mi pelo, mi ropa o mi no maquillaje para la ocasión. "Estilo poco apropiado para su edad", esa tambien es genial.

Es ahí donde entra mi estudio de la persona que me analiza. En el 99% de los casos suele ser gente bien peinada y maquillada, perfectamente pulcra en el vestir y fotocopiada de todas las que visten y se peinan donde ella. Ya ni recuerdo cómo era su pelo original, el de niñas, ni casi cuál es el color de su piel bajo el maquillaje. A mi me parece preciosa tal cual aparece pero yo no me veo así, soy más "rara", jajaja.

Este puede ser un tipo, pero luego están los que dicen que "actuo raro". Ya no es cuestión sólo de aspecto, también me comporto de manera no convencional. No salgo de noche a tomar cubatas, soy agnóstica y no comparto las reuniones cofrades, no participo en los peroles multitudinarios donde todos se conocen y todos se apuñalan, no comparto esas barbacoas de amigos donde sólo se asa cerdo en todas sus variedades y decir allí que no como carne sería mi sentencia definitiva, excomunión ipso facto.

Y digo yo ¿qué más da si no afecta a nadie más que amí? Mientras no pretendas obligarme a hacer lo que tu crees mejor y dejes mi camino paralelo a tuyo, ningún problema. Yo no digo que eres raro porque vas al futbol los domingos, te hartas de cubatas cada dia y sólo lees el marca y los pies de foto, y tú no te sorprendas/ofendas si hago yoga o meditación,Si leo libros más o menos gordos y extraños, si tengo maría en la terraza o si mi casa huele a incienso, ese que tu confundes con el ambientador de los porreros.


Gente cercana a veces, gente querida, buena gente pero sin "chicha", a ver si me explico sin ofender, personas que miran su pulcro ombligo porque les parece precioso, y seguro que lo es, y todos los tatuados o con piercings son RAROS, aunque esos "raros" sean creativos, originales, imaginativos, interesantes. Puede que provoquemos el miedo de lo incomprensible, el miedo al esfuerzo que supone entender al otro.

Con toda la ternura que poseo, entiendo sus puntos de vista, los respeto y me divierten porque me hacen ponerme por un momento en su lugar y eso es para mí es como estar de carnaval todo el año.Todos somos raros y adorablemente diferentes y únicos gracias a la genética pero hay quien prefiere la careta de moda y sólo así se siente bien, abandonando su originalidad personal. Es otra opción para vivir feliz que es de lo que se trata.

Soy "rara" y me encanta.

Me mata la monocromía, soy de colores muchos y variables , y mi caleidoscopio lo diseño yo, independientemente de lo soleado/nublado que esté el día.


A ver, ¿somos muchos en el club? Puedes escoger el que quieras, todos son bien recibidos. Cuantos más seamos y más variados, más divertido.






No somos sólo padres.

Llega un momento en la vida de cada uno en el que hay que pararse y mirar. Mirar a nuestros padres y ver que no son sólo nuestros padres, que son personas, con sus propios problemas, vivencias, traumas, complejos y miedos., mirarlos de adulto a adulto, apartar al eterno adolescente que domina nuestra relación.

Esa figura que usamos durante años no sólo para idolatrar o besar, sino para atacar, culpar de nuestras culpas, achacar miles de defectos y gritar, porqué no, en demasiadas ocasiones, también tiene criterios, prioridades, sueños, deseos que, casi siempre aplaza por estar cuando lo necesitamos.

Ultimamente me pregunto con frecuencia cuáles eran los fantasmas de mi madre, cómo afrontaba sus debilidades dia a dia, con quién contaba para hablar de lo suyo, de eso que no hablaba conmigo por no preocuparme mostrando sus miedos.

Y después, con el tiemp, el patrón siguió, y no supe pararme y mirar, hablar, preguntar, escuchar, entender, ayudar. Me he limitado, la mayor parte del tiempo, a contarle mis problemas, a refugiarme en sus brazos, a no crecer y me he perdido mucho en ese camino.

Hubo momentos en que los acontecimientos familiares y personales la superaron y no fuí consciente, ¿con quién contó entonces?

Durante toda su vida fué como un colchón amortiguando, para que los golpes no toquen a sus cachorros, para frenar las embestidas de la vida.

Siempre allí, firme, aguantando todo el peso sobre los hombros, sufriendo por mí y riendo conmigo.

En esto no hay segundas oportunidades, así que hay que aprovechar el momento o recordarlo luego.

Caminito.

Ese camino de vuelta desde Graná hasta "la llana" (Córdoba se llama así entre los pertenecientes al padrón).

Ese caminito "perdío" entre olivos y trigales, esos 150Km, más o menos, custodiada por un comboy de la benemérita (¿se escribe así?).

He llegado a casa con un nivel de estrés del demonio. Todo el santo camino acompañada. Ya podian haber aparecido cuando nevó y me quedé enterrada en la cuesta velillos a las tantas de la noche. Y qué se me habría perdido a mí allí a esas horas. Bueno, ese no es el tema.

Hacer esos kilómetros respetando rigurosamente las limitaciones de 50, 60, 70, 80,50,50,70,70... con radares, controles y la escolta, como que no, vaya que no.

Curvas sin pisar la raya, sol de frente que me ponía delante la señal sin previo aviso, frenazo hasta lograr el 70 del cruce o el 50 de la travesía.

Espejo retrovisor como punto de referencia de los cuatro cochazos verdiblancos que me seguían, todos ceremoniosos y espectantes.

Mis contracturas de los hombros están de enhorabuena, han regresado de la tumba a donde las mandaron el yoga y el pilates.

La leche, así no se puede conducir, es imposible.



He estado unos minutos leyendo algunas de vuestras entradas. Hace dias que tengo esto abandonado, leo algo pero no todo cuanto quisiera. En fin, que me han dado ganas de poner unas letricas, por eso de no perder la costumbre. Como no tengo un dia inspirado, os dejo mi trabajo para la semana en el grupo de yoga.

Superar la autoimportancia.

Nos atribuimos cualidades positivas de las que carecemos. Fabricamos una imagen ideal e ilusoria de nuestro propio ego. Toda nuestra vida está al servicio de una imperdonable debilidad: el sentimiento de propia importancia. Somos egocéntricos y vanidosos. arrogantes en extremo. La autoimportancia nos hace muy vulnerables y desecadena en nosotros toda clase de sentimientos, emociones y estados de ánimo negativos. Si eres víctima de la autoimportancia todo de te inquieta, ofende. Buscas constantemente consideración de los otros, mantener tu prestigio , tu imagen. Te contraes cada vez en mayor grado. Te crees con derecho a que te estimen y te distingan. Te vuelves dependiente; eres esclavo de tu imagen; haces de tu ego una cárcel. Te conviertes en un reflejo de ti mismo. Estás siempre listo a reprochar, exigir, criticar censurar y te vuelves extraordinariamente indulgente para tí mismo y acerbo para los demás. El narcisismo impide crecer.


Trabajito fino y para analizar.

Pues sí.

Como dice una amiga, ya es mañana.

Mis exámenes están casi listos y yo con ganas de salir, tomar cerveza, mojarme los pies en algún charco y quemar los apuntes en las hogueras de San Juan.

Y hablando de todo un poco, tengo una retahila de Juanes que felicitar, ya lo dije hace dias, muchos Juanes en mi vida. La mayoría aceptables , alguno insufrible.

Feliz dia y feliz noche "bruja".

Según el test de Juan, yo soy...

El Idealista Espontáneo (IE)

El idealista espontáneo es una persona creativa, animada y de mente abierta.
Es divertida y transmite unas contagiosas ganas de vivir.
Su entusiasmo y energía inspira a todo el mundo de manera contagiosa.
Disfruta estando junto a otra gente y a menudo tiene una extraordinaria intuición para sus motivaciones y su potencial.
El idealista espontáneo es un maestro de la comunicación y un artista muy divertido y dotado.
La diversión y la variedad están garantizadas cuando el está cerca.
Sin embargo, a veces es un tanto impulsivo de más a la hora de relacionarse con otros y puede dañar a ciertas personas sin tener realmente la intención de hacerlo, debido a su naturaleza directa y a veces crítica.
Este tipo de personalidad es un observador agudo y siempre alerta, no se pierde nada de lo que sucede a su alrededor.
En casos extremos, tiende a ser demasiado sensible y estar exageradamente alerta y por tanto a estar interiormente preparado siempre para saltar.
La vida es para él una excitante obra de teatro llena de emociones.
Sin embargo, se aburre rápidamente cuando las cosas se repiten y se requiere demasiado trabajo específico.
Su creatividad, su imaginación y su originalidad se hacen más patentes cuando desarrolla nuevos proyectos e ideas - es entonces cuando deja la implementación meticulosa para otros.
Por lo general, el idealista espontáneo le da gran valor a su independencia interior y exterior y no le gusta aceptar roles subordinados.
Por tanto tiene problemas con las jerarquías y las autoridades.
Si tienes un idealista espontáneo como amigo, nunca te aburrirás; con él, puedes disfrutar de la vida al máximo y celebrar las mejores fiestas.
Al mismo tiempo, es cariñoso, sensible, atento y siempre está deseando ayudar.
Si el idealista espontáneo se acaba de enamorar, el cielo está lleno de sonido de violines y su nueva pareja se verá llena de atención y cariño.
Es entonces cuando esta personalidad se llena de encanto, ternura e imaginación.
Pero, desafortunadamente, rápidamente se aburre en cuanto la novedad ha pasado.
El aburrido día a día de una pareja no es para él, por ello muchos idealistas espontáneos pasan de aventura en aventura.
Sin embargo, si su pareja es capaz de buscar la forma de mantener su curiosidad viva y no dejar que la rutina y la familiaridad se apoderen de la relación, el idealista espontáneo puede ser una pareja estimulante y cariñosa.


Y, sinceramente, hoy no tengo nada que ver con nada de esto. Estoy como un trapo. Demasiadas horas de presión. Mañana será otro día.

¿Quién es Rosina?


Entre vuelta y vuelta del temario me detengo en alguna que otra idea que me pasa por la cabeza, intentando dispersarme y evitar así el colapso más aboluto.

Como la naturaleza es sabia y mi cerebro parece que aún responde, he descansado en una página que me encanta. Es de una pintora que descubrí hace años en un colegio mayor de la universidad de Alicante. No estaba ella, no, ya me hubiera gustado conocerla, estaba su obra `por los pasillos y desde entonces la sigo.

Si quereis ver sus cosas, aquí os dejo su dirección:

http://www.rosina-wachtmeister.de/

canciones.





Algunas canciones son, en mi mente, como las banderitas de una pista de esquí. Están ahí clavadas, en su sitio y no en otro, fijas recordándome el lugar por donde pasé en la vuelta anterior y mostrando las huellas que los esquís dejaron en los giros inesperados.

Una misma canción puede significar ternura, amor, apego o puede ser desagradablemente ñoña y "hartible", dependiendo del trayecto previo al momento de la escucha.


Asociaciones mentales ocultas hacen que lo dulce se vuelva agua, que la rosa se vuelva agua, que el perfume se vuelva agua. Sí, todo incoloro, inoloro e insípido, como me enseñaron en el cole.


Y, al fin y al cabo, qué hay mejor que el agua.


Todos somos eso, agua.

(Y no me refiero a esta canción, esta me gusta mucho)

Mis dos siameses.



No, no son gatos, son mis hortelanos favoritos, mi padre y mi tío. Entre los dos pasan los 160 añitos y los llevan con una dignidad pasmosa.

Son los que se han hecho cargo de mi huerto en estos tiempos de sequía creativa, en los dias de estudio intensivo y retiro corporal.

Riegan, quitan malas hierbas, tratan los frutales contra las plagas, siempre con la dirección desde mi centro de control :" Nada de productos venenosos, vamos a comer sano".

Tienen sus gallinas, gallinas "ocupas " que las llamo yo, porque entran y salen a su antojo del gallinero por un agujero que hay en la tapia y se pasan el día andando por el campo a placer. Así, al final de la jornada, casi siempre falta alguna, pero las que quedan ponen unos huevos de escándalo.

Ahora es tiempo de fruta. Hoy me han llegado con unos cubos de ciruelas, manzanas, peras de San Juan y melocotones. No sé cómo me las voy a apañar, pretenden que haga mermelada y compota para guardar. Supongo que entre folio y folio puedo intercalar el pelado de una ciruela, vaya tela (con rima).

Además, la cosecha de patatas y cebollas ha sido recolectada pacientemente por los dos y la tengo esperando en el garaje para clasificar y preparar evitando así que se estropeen y aguanten hasta el invierno.

Pues eso, que estas cosas de la alimentación ecológica también tienen sus "peros". Mis abuelas tenían todo el día para estas labores, para bordar, para hacer matanzas, para charlar en la calle escoba en mano y para tener una decena de chiquillos que parece que crecían solos. Tenían desvanes, graneros, cuadras, y montones de sitios adaptados para la conserva de la cosecha, pero yo, ¿qué hago yo con mi minicasa y todo el espacio anexo ocupado con miles de trastos que mi progenitor considera indispensables?. No tengo tiempo, no tengo sitio, no tengo fuerzas para ver sus caras cuando les explico esto, porque parece que no estoy valorando lo que me ofrecen. Les pido un més y me dicen que es tarde, que la fruta se pasa. En fín.

Por lo pronto, son las 19.17 de la tarde y ya van los dos muy arreglados con sus pantalones tipo "Julián Muñoz", perfumados y felices cual quinceañeros a pasear, a visitar y a charlar con quién encuentren por ahí.

Yo cierro la puerta, concentro un poco más el aire, bebo otro trago de agua y voy a por el tema 20.

Y aún queda la cosecha de melones y sandías, ¡ay Dios!.


Cuando.

Cuando al despertar vas corriendo al baño, olvidas levantar la tapa y notas ese calorcillo cayendo por tus piernas.

Cuando desyunas un café con leche y le pones caldo de pollo Aneto en brick.

Cuando tomas la carpeta con los papeles que vas a necesitar y te llevas la de tu hijo del insti.

Cuando metes en el bolso el mando a distancia del DVD pensando que es el móvil y te proporciona una mañana de lo más tranquila.

Cuando casi te vas a la calle con un zapato de cada color.

Cuando le das al cajero del banco el DNI de tu hija y te empeñas en que es el tuyo, porque ya olvidaste que te lo dió para renovarlo.

Cuando intentas sacar dinero del cajero automático con la tarjeta del Carrefour.

Cuando te preguntan la matrícula de tu coche en Tráfico y no tienes narices de recordarla.
Cuando olvidas el perro en la reja del super y te lo lleva a casa una amiga.

Cuando, de pronto, el panel de mandos del lavaplatos se te antoja el mostrador de un controlador aéreo.

Creo que ha llegado el momento de hacer un Kit-Kat y salir pitando a la clase de yoga.


Creciendo (3)

Cada día soy más consciente de lo poco cualificada que me siento para juzgar a los demás.

Autoproclamarme juez y sabio para decidir quién actua correctamente o quién hace el ridículo me resulta muy complicado, entre otras cosas por que no sé en qué consiste eso del ridículo, ni cuáles son los parámetros para clasificar los comportamientos humanos cotidianos.
Me resulta más fácil sonreir ante actitudes más o menos cómicas, sobre todo las mias, aplicar la máxima de la "causalidad de las situaciones", y creer en los valores personales no visibles en el aspecto ni en los "andares cotidianos ".

No todos los que visten marca, hablan por una PDA, y llevan cochazo son irreprochables, ni reprochables los otros, ni viceversa. Hay un poco de todo en cada casa.

San Antonio.

Un lejano San Antonio, siete años lejano, te fuiste de mí. Ya te habias ido en parte cuando dejaste de recordarme, cuando mi nombre y mi cara no podían combinarse en tu cabeza y nuestros momentos vividos eran estrellas fugaces en una noche de verano.

Nunca entendiste mi música, ni mis pelis, ni mi ropa. Ponías el humor de quien ama a pesar de todo y dabas tu consentimiento ante mi radicalidad adolescente.

Siento que no compartí cuanto debía, que no te viví cuanto quería.

Quiero que estés conmigo siempre, aunque no pueda tocarte más, ni oler tu piel de melocotón maduro.

Aún puedo respirar tu aliento en mi cara cuando cierro los ojos, aún llenas muchos de mis momentos. Aún necesito tus palabras, tu apoyo, tu mano.

Tus cosas siguen donde las dejaste y, cuando te busco, tu estás allí, entre tus libros de biografías famosas y la historia de las bodas reales.

Te gustaba Julio Iglesias pero, entiéndelo, es demasiado para mí.

Te quiero, estés donde estés.












Si me dijeran pide un deseo,
Preferiría un rabo de nube,
Un torbellino en el suelo
Y una gran ira que sube.
Un barredor de tristezas,
Un aguacero en venganza
Que cuando escampe parezca
Nuestra esperanza.

Si me dijeran pide un deseo,
Preferiría un rabo de nube,
Que se llevara lo feo
Y nos dejara el querube.
Un barredor de tristezas,
Un aguacero en venganza
Que cuando escampe parezca
Nuestra esperanza

miércoles

Un descanso y un café.


Y ella creó su alma.

"Después de un rato, seguí mirándola, observando cómo sus manos recogían lentamente los papeles de la mesa y los ordenaban en un cajón, cómo su mirada serena se paraba en un recorte de periódico y sus labios esbozaban una sonrisa, cómo preparaba el portafolios para el viaje del día siguiente, entonces le pregunté:

- Y tú, ¿cómo lo ves?

No alteró su paso, ni su voz, ni su semblante.

- Mientras su alma me pertenezca, será a ellas a quienes engañe conmigo. Así lo veo yo, así las veo yo, así es como es."


Y puede que, lo que parece absurdo desde fuera, sea una verdad sin cuestión alguna.