"Ten cuidado con lo que deseas...

...porque puede hacerse realidad"

Y doy fe de ello. Tanto tiempo queriendo un cambio de residencia que aquí me encuentro, organizando la mudanza a Huelva para el próximo otoño.

El corazón me pide tomar sólo una pequeña bolsa con lo más necesario y empezar desde cero sin maletas, sin cajas de cosas que nunca se usan, sin recuerdos materiales ni apegos absurdos.

Algo está cambiando en mí en los últimos meses y me atrapa el placer  de identificar lo "no necesario".
Miro entre cajas de recuerdos y siento que ya no forman parte de mi, que lo verdaderamente importante lo llevo dentro, en el lado izquierdo del pecho.
Me deshago de casi todos los objetos que atesoraba etiquetados como "emocionalmente imprescindibles" y otros muchos que ya no alcanzo a recordar porqué guardé.
Me sienta bien este espacio vacío que queda después, esa limpieza profunda que me hace ligera, ingrávida.

Esto es una nueva etapa y me apetece explorarla.

Y cuando más dudas tienes...

...una intuición pasa como cola de cometa y hace que, serenamente, te plantees un nuevo rumbo.

El gran lío de una tarde de verano.

Autosabotaje en toda regla. La cabeza me gira como la niña del exorcista y sólo alcanzo a preguntarme cuál es la enseñanza que debo encontrar en todo este lío.
Y en el fondo creo que lo sé, lo niego y lo sé, me miento y lo sé, me da miedo el paso siguiente y sólo hago que buscar excusas imposibles de tragar.
Eso de observar el juego de la mente es a veces una verdadera puñeta porque te quedas de frente a la realidad, al aquí y ahora y no siempre se está en el centro como para aceptar y proseguir.

A ver, poco a poco, espero, confío, deseo que el orden y la paz vuelvan de la mano en breve.

Hijos

Mi ordenador ha estado fuera de cobertura un tiempo y ya casi me había acostumbrado pero hoy alguien me ha enviado esto por correo y me gustaría compartirlo.

Besitos a todos.

El escritor Portugués premio Novel  José Saramago 

 

• Definición de hijo por Jose Saramago, premio nobel de literatura: Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y de cómo nosotros aprender a tener coraje. Si, ¡eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado ¿perder? ¿cómo? ¡No es nuestro! Fue apenas un préstamo... EL MÁS PRECIADO Y MARAVILLOSO PRÉSTAMO ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por sí mismos, luego le pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos.